El cuerpo humano cuenta aquello que la voz calla. Human being se trata de una pieza donde el cuerpo y la emoción cobran protagonismo. La pieza cuenta con música en dirección donde el sonido melódico de la guitarra acompaña al movimiento creando una atmósfera donde contemplar y disfrutar de la danza. Tener por un momento un espacio para ser. La pieza se gestó en la presentación de la exposición del cuerpo himno del Museo Wurth La Rioja. A partir de ahí comencé a investigar más de cerca cómo nos relacionamos con el cuerpo y como este cuenta aquello que queremos esconder. La pieza está todavía en proceso y sigo investigando sobre la emoción, el movimiento y el cuerpo.
Ficha artística
Coreografía e interpretación: Gabriela Bajo
Música original: Luisvi Jiménez
Mirada externa: Carol Ortiz
Fotografía: Blanco y en botella
Mi primer contacto con la danza fue a los 7 años cuando comencé a bailar ballet en una escuela que se encontraba cerca de mi casa en Logroño. Enseguida supe que me apasionaba bailar y aprovechaba cualquier ocasión para hacer y crear espectáculos para mi familia. A los 15 años conocí a la que considero mi maestra y mentora, Alba Farras, la cual me formó y me transmitió el amor y pasión por la danza. Con ella me especialicé en ballet clásico realizando los exámenes de la Royal Academy of Dance. Fue cuando cumplí la mayoría de edad cuando decidí echar el vuelo y seguir formándome en la danza de una manera más profesional. Me trasladé a Burgos a iniciar los estudios profesionales de Danza Contemporánea en el Conservatorio Ana Laguna de Burgos. Tras 5 años de formación profesional con profesionales del sector de renombre como Monica Runde, Alan Faleiri, Daniel Abreu, Jordi Vilaseca, José Agudo, entre otros. Una vez graduada regresé a Logroño con las ganas y la ilusión de poder acercar el mundo del arte y la danza contemporánea a todo tipo de público. En ese momento comencé a realizar espectáculos en lugares no convencionales como la calle y la naturaleza, creando una conexión más íntima y cercana con el público. Bailar en la naturaleza me hacía sentir en casa. Trato de seguir formándome y experimentando el movimiento con la misma pasión con la que acudí a mi primera clase de ballet, y trato de transmitir esa energía al público y a mis alumnas. Sin duda la danza me ha acercado a mi lado más humano.