Alia Dovidena es Directora de Danzaliarte y Codirectora de Compás Modular
¿Cuál es el país del que nos vas a hablar? Explícanos brevemente que te llevó allí.
Costa de Marfil. Se dieron muchas causalidades. Yo soy bailarina de modern-jazz y en los últimos años sentí mucha curiosidad por investigar los orígenes de la danza jazz. A los veinte me interesaba Broadway y a los treinta necesitaba investigar la raíz de la danza jazz. Por otro lado, mi marido, Chema Armengou, productor musical, comenzó un trabajo donde los instrumentos tradicionales africanos tenían mucha presencia. Y supongo que el motivo determinante fue que nuestro amigo Brahima Diabaté nos invitó a conocer su tierra, su cultura, su familia, su gastronomía… Y ya que íbamos a ir aprovechamos para crear una obra llamada `Costa ́ y compartirla y enriquecerla con los/as marfileños. La danza siempre decide mi destino…
¿Que destacarías de tu experiencia con el colectivo de danza en el país?
Destacaría la generosidad, la curiosidad, el respeto con el que reciben una propuesta artística. Tenemos que tener en cuenta que hablamos de un país que tiene más de sesenta idiomas y cada idioma tiene su lenguaje hablado, su vestuario tradicional, sus mascaras, sus danzas y músicas. La danza y la música forma parte de la enseñanza que la familia te transmite. Es más, si tu familia es griot, nosotros convivimos con una familia griot, y son artistas tus progenitores, tu destino es ser artista.
Destacaría las escuelas de danza. En la ciudad de Abiyan son un mini pueblo donde viven los bailarines y bailarinas, allí aprenden, crean, viven … El ritmo no se lleva en la sangre, se trabaja, se suda y se lucha. Tuvimos la suerte de estar en el Festival Internacional Masa de Abiyan, una semana de danza y música gratis por toda la ciudad. Salen todos los grupos tradicionales, compañías profesionales de Costa de Marfil, invitan a países de todo Africa e incluso compañías europeas. Nuestro objetivo para 2024 es presentar nuestro último trabajo Bilita Mpash en este festival. Podría escribir un libro con todas las cosas que destacaría. Pero en Bilita Mpash hay un resumen dramatizado.
¿Que te ha aportado la comunidad de danza con la que has contactado?
Nosotr@s nos sentimos muy privilegiad@s porque llegamos a lugares donde solo si te invita un artista marfileño puedes acceder. Nos invitaron a participar en celebraciones familiares muy intimas donde la música y la danza son las protagonistas.
También nos cedieron el Centro Cultural de Abobo para realizar una residencia artística donde compartimos con artistas locales todo el proceso creativo. Además era mi primera experiencia como directora con personas que no hablan mi idioma. Fue una creación a través de la comunicación no verbal. Solo utilizamos traductor para exponer la dramaturgia en el principio de la creación y fijar la estructura definitiva de la obra. Una gran experiencia. Creo que lo más importante es que me aportaron la necesidad de seguir investigando. Pero necesitaré tres vidas para aprender todo los que me gustaría…
¿Qué sientes que has aportado a la comunidad de danza del país?
Nuevamente siento que me lo aportó en país a mí, o al menos recíproco. Al terminar la residencia presentamos nuestra obra en el Museo de Arte Contemporáneo de Abobó. Fue un encuentro precioso. Éramos tres bailarinas con música en directo, Chema con los sintetizadores y Brahima y su familia con los instrumentos tradicionales. Además de congregar colegios, universidades, vecinos de Abobó invitamos a la comunidad europea que habíamos conocido durante nuestra estancia. Acudió el embajador español Rafael Soriano, el director del Instituto Cervantes de Abiyan Ignacio Villapadierna y un montón de amigos españoles que se acercaron hasta un suburbio del extrarradio de Abiyan para disfrutar de nuestra obra.
Gracias a las artes escénicas muchos europeos llegaron a un lugar estigmatizados donde nunca hubieran ido. Una vez más las artes escénicas como herramienta social. No se si aportamos algo al país pero desde luego para mi fue un gran logro. Estoy orgullosa de que gracias a `Costa ́, nos reuniéramos tod@s en Abobo para celebrar la danza y la música.
¿Y que más nos contarías sobre tu experiencia?
Voy a aprovechar esta pregunta para reivindicar. Esta experiencia se realizo con ayuda del Gobierno de Cantabria. Con muy poquita ayuda, casi podríamos decir autofinanciado, porque recibimos ayuda para gira en 2022 pero este no era nuestro único proyecto del año. El caso es que cuando viajas a países a investigar y te introduces en lugares donde es bastante difícil conseguir una factura, se complica bastante la financiación. Y esta experiencia si la hubiéramos vivido en un hotel que te proporciona una factura en la zona de Cocody, zona de lujo de Abiyan, nos hubiéramos perdido toda la esencia que se busca cuando tu objetivo es aprender las raíces. Por otro lado, tenemos repartidos entre los y las mejores percusionistas de Abiyan panderetas y panderos. A nuestra vuelta veremos que nuevos ritmos han creado con los instrumentos tradicionales cántabros.